Mientras el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto insistía en confrontar directamente a los grupos de la delincuencia organizada e ir por los objetivos principales, el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, pretendía pacificar al país, pero no por la vía armada, sino confiscando los recursos económicos que obtiene la industria trasnacional del narcotráfico y con la legalización del consumo de la mariguana con fines lúdicos y de la amapola con fines medicinales.
La zona ha sido tradicionalmente un importante punto de trasiego de droga al colindar con Sinaloa, Baja California, Chihuahua y con Arizona, en Estados Unidos.
Su padre es Joaquín "El Chapo" Guzmán Loera, uno de los narcotraficantes más famosos del mundo, y su guerra es contra otro "Chapo": Fausto Isidro Meza Flores.
En el actual sexenio se han descubierto en Jalisco 23 narcocampamentos del CJNG que operaban como centros clandestinos de entrenamiento, sitios de resguardo y narcolaboratorios, los cuales se esparcieron del sur a otras áreas de la entidad.
Los campamentos del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) se han esparcido por buena parte del territorio jalisciense, trascendiendo la zona sur que suele identificarse como la de mayor influencia del grupo delictivo, hasta alcanzar también el noreste, centro y occidente del estado.
Fragmento original: El Atlas de la Seguridad Nacional y Defensa de México, publicado por el Instituto de Investigaciones Belisario Domínguez del Senado de la República, analiza la situación de los grupos criminales que operan en el país. El documento señala que la recaptura de Joaquín el Chapo Guzmán, en 2016, representa el fin de la hegemonía del cártel sinaloense.